Los perfiles de las mujeres venezolanas (III/IV)

Ovarios al mando
Nuriangel Ordaz, profesional, tiene 32 años de edad, un cargo corporativo dentro de la reestatizada empresa CANTV, posee independencia económica aunque aún viva con los padres. Define a la mujer venezolana como “optimista, le encanta asumir retos, salen adelante a pesar de las dificultades y muy poco valorada por los hombres”.
Ordaz considera que “la mujer venezolana siempre está en un segundo plano a pesar de que es la que lleva las riendas de todo, en nuestro país no terminan de dejar atrás el paradigma de que el que tiene los pantalones en cualquier rol (empresas, casas, etc.) es el hombre, las féminas hacemos de todo y es muy poco el mérito que recibimos”.
Tener a su cargo una oficina le ha costado mucho sobre todo porque la mayoría de sus subordinados son hombres y todos ansían ese puesto pero “la eficacia femenina se impone sobre el desorden masculino. Me han hecho de todo para que deje el puesto pero yo he sabido manejar la situación armarme de paciencia que es una de nuestras grandes virtudes”.
Nuriangel comentó que a pesar de ser profesional no se siente como tal, “todos los días trabajo para alcanzar ese puesto, el día que me sienta profesional se acabarán mis sueños y mis metas”.
Ordaz no se siente realizada y mencionó una serie de requisitos para alcanzar ese estatus “vivir la experiencia para tener una familia, ser madre, lograr paz interior, comprarme un carro mejor que el que tengo y poderme comprar un apartamento yo sola sin ayuda de nadie”.
Uno de los aspectos que tienen en contra la mujer profesional e independiente es que los hombres les tengan miedo y al respecto Ordaz iza la bandera del feminismo “no sabes lo sabroso que es comprarse una misma sus cosas y no tener que estar pidiéndola nada a nadie, ponerse una cartera fabulosa, unos zapatos divinos, un perfume que huela a gloria, todo comprado por ti, no por la tarjeta de crédito que te paga tu esposo y al fin de mes pega el grito en el cielo”.
Alnardo García consideró que “las mujeres profesionales exitosas son una caja de Pandora porque no sabes con qué te puede salir. Por lo general tienen un carácter muy fuerte y en el menor descuido se divorcian, ellas no están dispuestas a aguantarle mucho a un hombre”.
García agregó “así como hay mujeres con personalidades fuertes tanto en el trabajo como en la casa, existe un grupo que son unas leonas en la oficina y cuando llegan a la casa, que se quitan la ropa, se ponen su bata y a merced del marido para complacerlo en todos sus caprichos, así sea este un mantenido”.
Uno de los aspectos que llama la atención de las declaraciones de García, es su posición frente al matrimonio con alguna fémina con mayor estatus económica que él al respecto dijo “sólo me casaría con una mujer que posea un ingreso mucho mayor al mío si soy yo el que lleva los pantalones en el hogar, de lo contrario no, no me veo dominado por otra que no sea mi madre”.