miércoles, 11 de febrero de 2015

Pico Occidental: “En la cima del cielo”





De llevarte a la cima del cielo
Donde existe un silencio total.
Donde el viento te roza la cara (…)
Y llevarte a la cima del cielo,
Donde el cuento no puede acabar.
Donde emerge sublime el deseo,
Y la gloria se puede alcanzar.

Aunque es una canción de amor, ilustra perfectamente lo que se puede sentir alcanzar uno de los puntos más altos del Ávila...
Llegar a “Pico Occidental” es una tarea difícil para nosotros los simples mortales que nos costó acondicionar el cuerpo a tener como meta “Sabas Nieves”, alcanzarla es una de las satisfacciones más grandes que he experimentado recientemente en mi vida.
Había sondeado entre varios amigos el tiempo estimado y me había comentado que eran unas tres horas y realmente son siete u ocho, dependiendo de las condiciones físicas que tengas.
Todo va bien hasta que llegas a Sabas Nieves, subes normal porque es a lo que estás acostumbrado, de ahí la naturaleza cambia un poco y las caminarías no son tan anchas así que lo mejor es beber bastante agua en esta parada y merendar porque el esfuerzo físico aumenta.
Cuando asciendes, llegas a un punto que Caracas se ve más espectacular que de costumbre y comienzas a enamorarte más de la urbe latinoamericana, de ahí a la siguiente parada “No te apures”, es aproximadamente media hora.
Y acá viene la segunda recomendación, desde “No te apures” el clima comienza a hacerse más frío así que debe llevar un abrigo y, además, la naturaleza es más selvática así que es preferible usar monos o pantalones largos –obviamente no jeans- porque hay ramas por doquier y te puedes lastimar/aruñar las piernas.
Pasado “No te apures” –quizá- comienzas a dudar si seguir o no porque la subida se hace mucho más inclinada y el esfuerzo físico es mayor así que las paradas a “descansar un pelo” se hacen más continuas.
Pero al llegar a –la primera meta- te reinicias, se te olvida el cansancio y la sorpresa se apodera de ti al ver que un sitio tan espectacular sea parte de la “selva de concreto” caraqueña.
El clima es bastante frío, unos 18 grados, (estás a 2.480 metros) y desde ahí se puede apreciar parte de La Guaira- estado Vargas-.

 La particularidad de este punto del Ávila es que hay una enorme piedra suspendida en el vacío que da vértigo de solo verla pero que es un punto bastante fotogénico.
Después de tomar las fotografías respectivas, puedes optar por devolverte o incrementar la aventura y llegar al hotel Humboldt y/o Waraira Repano –conocido en otros tiempos como Ávila Mágica-.
Lo ‘mágico’ del asunto es la dualidad de lo que se vive allí, debido a que después de Pico Occidental la vegetación se despeja y el clima es mucho más cálido y antes de ese punto, es frío y más selvático.
Otra dualidad que se experimentas son las vistas, a la derecha: Vargas y a la izquierda: Caracas.
Hay decenas de sitios en los que puedes inmortalizar con fotografías de ensueño.
Es lo que más se disfruta además de todo lo que se sube y baja para llegar al Humboldt.

Y al derrumbar mi cansancio, justo ahí entrando al Waraira Repano en mi Ipod mental se reprodujo:

We are the champions, my friends
And we’ll keep on fighting
`Till the end
We are the champions
We are the champions
No time for losers
‘Cause we are the champions of the world.

Lo mejor de todo fue la cara de alegría de mi compañera en esta aventura y su ¡NEGROOO LO LOGRAMOOS! 


Hasta una próxima oportunidad

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