lunes, 2 de abril de 2018

Viajar en bus desde Venezuela a Perú: Mi experiencia +RECOMENDACIONES

En algún punto de Colombia, este país tiene paisajes hermosos

Una de las maneras más rápidas y económicas de salir (huir) de Venezuela es en bus. En Crónicas de George, les contaré cómo llegué en bus, desde Puerto Ordaz hasta Lima después de cinco largos días.

Salida: Puerto Ordaz
El jueves 22 de marzo, me despedí por tercera vez de papá, mamá y mis sobrinos. Fue rápido y menos doloroso que antes, pero no deja de ser un momento incómodo. Ya de mis amigos me había despedido por grupo.
Acá hago un inciso, de esas despedidas, como una semana antes, le dije un "hasta luego" a una amiga que tenía el mismo destino que yo, Perú. Resulta que llegué primero que ella y eso que mi viaje estaba cuadrado “para los próximos meses”. 
Pero el destino juega las cartas a sus maneras. Me llegó un dinero y dije “es ahora o nunca”. Ya mi hermana tenía tiempo en Lima y era hora que llegara, para empezar a producir también.
El detalle de cómo mi amiga llegó días después, es que ella pasó un mes en Colombia, llegó cinco días después que yo y en actualmente estamos trabajando juntos.
Bueno, salí un jueves de Puerto Ordaz -estado Bolívar que está en el sur de Venezuela- tuve que bordear buena parte de la costa venezolana para poder llegar hasta Valencia. Llegué un viernes muy temprano y me conseguí con un bus “que iba saliendo a San Cristóbal”. Dije perfecto, así llego temprano, descanso y mañana en la madrugada comienzo a hacer cola, para pasar a Colombia  -jajaja no fue así-.


I parada
Llegué a Valencia a las 9am, desayuné dos saladitos que me supieron a gloria, estaban bien rellenos más un litro de Nestea. De verdad que mejor imposible. Me dije, nada estoy listo… Pasaron las horas y las horas y el bus “que iba saliendo”, terminó partiendo a la 1:00pm. Estaba que me quería morir.
Bueno, hizo su respectiva parada en algún punto del llano y de ahí, se accidentó en Barinas. Tenía calculado llegar a las 6:00pm, así aprovechaba, me bañaba y caminaba un poquito –jajaja tampoco fue así-.
Llegué a la 12:00 de la medianoche a San Cristóbal. Decidí seguir a San Antonio del Táchira, al fin y al cabo ese era mi destino final, por lo menos en Venezuela, no quería seguir perdiendo más tiempo del que había perdido. 
Los otros pasajeros estaban horrorizados porque estaban cobrando Bs. 150.000 por persona, para bajar en taxi para San Antonio (o sea menos de un dólar). Les dije, bueno yo me voy es ahora o nunca.
Pasé un total de dos alcabalas, pedían bajar del auto y "chequear" las cosas. Los funcionarios solo pedían revisar si llevábamos divisas foráneas y obvio decía que no. 
Entre mis cosas, tengo un sobre lleno de monedas de República Dominicana, como dos Euros, céntimos de dólar y bolívares fuertes/débiles, además de unos reais y unos pesos argentinos.
El funcionario se llenó los ojos y pensé que eso era mucho dinero.

-Joven, pero estas monedas no son venezolanas.
-No, no lo son. Tampoco son de alto valor, solo las tengo de recuerdo.
-Ah ok. Y si va a viajar, ¿cómo es que no tiene divisas extranjeras con usted?
-Debo cruzar la frontera y retirar en Western Union.
-Ah ok, ¿pero no trae nada con usted?
-Absolutamente nada oficial, de dónde voy a sacar si acá en Venezuela eso no se consigue.
-Está bien, puede seguir.

Efectivamente pasé “liso” (sin contratiempos) porque he escuchado de casos, que les rompen las maleta, le revisan la ropa interior, etc etc etc.

Lo bueno del viaje son los distintos paisajes
II Parada
En fin, llegué a San Antonio –a las 2:00am del viernes-. Cansado, sudado, con hambre. Me senté en un acera con los amigos que hice en el camino, a esperar que se hicieran las 6:00am, para que abrieran la frontera.
Había pocas personas. Lo que sí había –y bastantes- eran asesores de viajes. Ellos te explican los pros y los contras y cómo es la movida. Acá vienen las primeras recomendaciones.

  • Estos asesores te dan la información y todo, pero es preferible llegar hasta el terminal de Cúcuta y allí conseguirán mejores precios. Tienes que tener cuidado porque ofrecen villas y castillas y eso no es así.
 –Los viajes directos no son directos, solo es para ellos cobrar más comisión.  Se hacen las mismas escalas. Por ejemplo, para Lima el viaje directo era 220$, pero si haces escalas –las mismas paradas que harás (cambios de buses) que si vas “directo”-, el boleto te sale en 180$-.
-Muchos ofrecen desayuno, almuerzo y cena… Falso, pocos lo cumplen.


  • Es preferible que lleves tus bolívares en efectivo y los cambies en Cúcuta y compre las cosas que debas comprar para el camino (pan, salchichón, etc). Sería ideal que compres agua en Venezuela, después que cruces la frontera, será súper costosa.
  • Debes tener mucha suerte si te dejan pasar comida de Venezuela a Colombia. Es un poco difícil, pero no imposible. –Evítate un mal rato y una pérdida de dinero-.


Bueno, a las 6:00am salió gente de muchas partes y evidentemente se colearon (saltaron la fila). Eso no era un problema tan grande debido a que los que necesitan pasar rápido a esa hora, son los que venden comida y tratan de evitar las alcabalas colombianas (no tienen que sellar).

El chico al que le adquirimos el servicio de venta de pasajes, nos proporcionó las estampillas que tienes que dar, para que te sellen el pasaporte. Estas tienen un costo como de Bs. 3.000 (Bs. 3 del futuro “soberano”).
Las estampillas son necesarias para el sellado del pasaporte. Son dos colas/filas que se deben hacer, una para las estampillas y otra para el sellado, si vas acompañado, trata de ganar tiempo. 
En este punto del recorrido, estaba tan cansado, para colmo de males “no había sistema” así que esperamos desde las 6:30am aproximadamente, hasta las  10am, que llegó y comenzaron a atender. 
Pensé que no había servido de nada madrugar, pero después vi la cola y era realmente increíble. Acá viene otra recomendación.

  •  Sí, sé que es difícil “meter X cantidad de años en una maleta”, pero vas a comenzar una nueva vida. Así que lleva el equipaje lo más liviano que puedas y después compras lo que te dé la gana. Lo digo con propiedad de causa. Yo solo cargué una maleta grande y un morral en el que tenía la laptop y un abrigo de invierno.

Después de sellar y pasar el puente Simón Bolívar Venezuela-Colombia, un oficial colombiano solo me preguntó que si llevaba comida, le dije que no, medio revisó el bolso y continué mi camino.
Llegué a la fulana estación en donde el bus “ya iba a salir” (sí, como Valencia). Al principio no me estresé. La empresa ofreció ducha –que era un asco realmente, pero dos días sin bañarme, lo tenía que hacer porque sí-. 
Me dolía la cabeza horrible, me acosté a una mesa a esperar el “suculento” almuerzo que nos ofertaron en el servicio.

Yo-¿More qué harán de almuerzo?
Colombiana- Ni crean que pollo, los venezolanos llegan preguntando por pollo y acá les prepararemos algo especial, una sorpresa, ya verán.
Yo (voz en off): no joda, si los baños están así, no pegan buenos olores de la comida, mejor no espero nada bueno.

En efecto, el arroz tenía salsa de tomate (kétchup) y era una que otra hebra ¿saben de qué? ¡DE POLLO! La comí porque tenía demasiada hambre, pero lo que quería era meter a la tipa, en la olla, con su comida “especial”.

Fueron pasando las horas y yo me fui estresando…
Les preguntaba ¿Como para cuándo va saliendo el bus? Y solo respondía “en un rato”.
Para calmarme, fui a dar vueltas a las calles más cercanas de Cúcuta, cambié lo poco que me quedaba de efectivo. Tenía conmigo Bs. 500.000s y me dieron 12.000 pesos. Compré: pan, mayonesa, una especie de mortadela, 3 ponquecitos y un jugo de naranja.
Vuelvo a eso de las 4pm a la estación y vuelvo a preguntar: ¿Como a qué hora salimos? Y responden “espere un momento que estamos coordinando”.
Como buen periodista, empecé a envenenar a la gente y les decía “si no preguntan, no vamos a salir nunca”.
Bueno, creo que no sirvió de nada. De igual forma, terminamos saliendo a las 7PM. Caí como una piedra, me paré porque llegamos a un sector de Colombia (El Pico de La Viuda) que las curvas no eran normales y hasta pensé que el bus se podía voltear. Evidentemente eso no pasó.
Bueno –para ahorrarles el cuento- fueron dos días de camino hasta la frontera con Ecuador. Insisto, deben llevar comida, por ejemplo en Colombia, el chofer se paró en un sitio que un almuerzo estaba en $12, se veía muy rico y era bastante, pero no contaba para pagar eso.
Bueno en la frontera Colombia-Ecuador, no hubo tanto drama. La línea de buses, se encargó de recoger todos los pasaportes y que le colocaran el sello de salida de Colombia. Después de ahí, cada quien tuvo que hacer su cola, para el ingreso a Ecuador.
No fue tanto tiempo. Como mi pasaporte tiene prórroga, debí hacer una cola aparte. Corroboraron en el sistema y todo bien. Esperamos un rato y seguimos hasta Guayaquil (el pasaje que compré fue hasta esa ciudad de Ecuador y me costó $131, por cierto).

III Parada
Bueno en Guayaquil, toca otra vez bajar todas las cosas y montarnos en otro (la terminal de esta ciudad es realmente genial, muy linda), bueno el punto es que desde ahí tomé un bus hasta la frontera con Perú, el costo fue de $12.
En la frontera Ecuador-Perú, cero problemas. Lo más curioso del asunto, es que la salida de Ecuador y el ingreso a Perú, se hace en la misma oficina. No me hicieron ninguna pregunta, todo fluyó con normalidad.

IV Parada
El bus nos dejó en “Tumbes”. Ahí aproveché de cenar por 3 soles (un dólar) y tomé otro bus que nos dejaría en Lima por $40. Ese trayecto fue el más incómodo y difícil… 24 horas.
Me asusté un poco porque en el camino solo vi desiertos de lado y lado, me pregunté ¿A dónde vine a parar yo? Pero todo cambió cuando empecé a conocer la ciudad. Justo antes de llegar al destino final, el chofer se paró en un restaurante a cenar, lo hicimos por unos $ 2 ó 3.
¿Recuerdan lo que les había dicho que el trayecto era menos costoso si lo hacías por tu propia cuenta? Pues, la oficina ofrecía el trayecto hasta Lima en $220, a mí me costó en total $183.

¡Por fin en Lima!
Bueno, después de cinco días llegué a Lima a las 12m del miércoles 7 de marzo. Mi hermana ya me estaba esperando en casa, llegué me eché el baño de la vida –sí, no me bañaba desde Colombia- y me acosté a dormir. Al día siguiente debía comenzar a buscar trabajo y a triunfar. Después les cuento cómo va mi vida por estos lares y el respectivo diccionario Peruano-Venezolano.

28 comentarios:

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    1. Gracias mi Juan! Un abrazo!!! Espero que podamos trabajar en proyectos juntos!

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  2. Me encanto, y el triunfo ya lo tienes en tus manos, lo máximo tu post ��

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  3. Mucha suerte Jorge y cuidate mucho...

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    1. Hola Paola! Muchas gracias, por tus buenos deseos y por leer el blog!

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  4. ¡Toda una experiencia de vida!

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    1. Sí, de verdad que sí. Pero estas experiencias son las que nos fortalecen. Tenemos que compartirlas, para prevenir a los que vienen atrás. Gracias por tu comentarios.

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  5. PD: Invítame a escribir en tu revista vale... hahahaha

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  6. Si lo hubiese podido hacer Lo haría contigo para cuidarte, te quiero.

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    1. Tan bella mi Nancita!! LOve u! Debemos unir nuestros corazones again!!!

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  7. Aclaradas mis dudas, gracias primo, Éxitos. pronto le hago una visita por allá... bueno ese es el plan.

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    1. Qué bueno, esa es la idea. Que el post sirvan para las personas que vienen detrás y ciertas cosas no le agarren por sorpresa.

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Muy bueno todo lo que cuentas,mi hermano también hizo ese viaje pero desde Caracas, en una línea que te lleva hasta Perú.igual haciendo escalas Creo que paso menos trabajo que tú.pero todo salió bien.que tengas éxito y suerte por esas tierras.sigue escribiendo para saber cómo te ha ido.saludos

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    1. Gracias por tu comentario. Pronto nuevas historias. Saludos

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  10. Excelente relato. Suerte y éxitos. Nos vemos en Lima.

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  11. Esteffani Dos Ris12 abr 2018, 12:27:00

    Buen relato, profe. Yo estaría tomando esas rutas a principios de mayo y me gustaría saber cuáles fueron las líneas de autobuses que tomaste, agradecida por su respuesta. Un abrazo

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  12. Oh lloré con tu relato, me trajo el recuerdo de mis familiares que han pasado esa travesia que difícil salir de las fronteras venezolanas, es la parte mas difícil sin duda, gracias por compartirlo con tanto detalle (y lo que falto jajaja) Éxito baaby

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  13. Excelente bro. Una gran vivencia y que continúa indudablemente!

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    1. En definitiva es una historia que se va actualizando día tras días. Gracias por leer :)

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